Pasearemos por angostas y empinadas callejuelas que fueron paso de príncipes, monjes y santos. Grandes casonas ornamentales con nobiliarios emblemas, conventos, el Palacio Ducal y la Colegiata de Pastrana son una instantánea de un tiempo pasado de grandeza y esplendor.
Al penetrar en el recinto de la iglesia te sorprenderá su grandiosidad, que contrasta con la sobria y sencilla apariencia exterior. Su interior atesora numerosas y valiosísimas obras de arte.
El Museo de Tapices alberga la serie de tapices gótico flamencos más importante del mundo de finales del siglo XV. Los tapices relatan crónicas de guerra narradas con minuciosidad descriptiva que nos muestran con una sorprendente calidad técnica y artística, la historia de su tiempo; las conquistas de Arcila y Tánger por Alfonso V de Portugal en 1471. Nuestros ojos quedarán henchidos de arte e historia.
Bajo el presbiterio de la iglesia se encuentra el panteón ducal, una cripta donde descansan ilustres miembros de los que fueron Grandes de España; junto con la Princesa de Éboli y miembros de la familia ducal de Pastrana, distribuidos en ricos sarcófagos de mármol y granito; comparten eterno descanso el marqués de Santillana, duques del Infantado y duques de Osuna.
En un lateral sorprende encontrar un arcón de madera sellado con un candado, que contiene la momia de un ermitaño del siglo XVI, cuyos restos incorruptos se conservan en su interior.
En un lateral sorprende encontrar un arcón de madera sellado con un candado, que contiene la momia de un ermitaño del siglo XVI, cuyos restos incorruptos se conservan en su interior.